jueves, 8 de febrero de 2024

ALETEOS PSICODÉLICOS EN FAINTLY BLOWING, EL NUEVO SINGLE DE DAVE MCLEAN

Dave McLean, de The Chemistry Set, anuncia un nuevo single, lo cual siempre es una alegría proveniente de este adalid de la psicodelia ya sea al frente de su grupo como en solitario. Será un disco francamente sorprendente ya que ambas caras estarán ocupadas por versiones del clásico que arrancaba el segundo LP de los Kaleidoscope británicos, pero ambas suficientemente únicas y mágicas para seducir al más ferviente seguidor del icónico grupo y de la psicodelia 60s en general.
Faintly Blowing es la inmortal pieza compuesta por Peter Daltrey y Eddy Pumer, que los Chemistry Set ya versioneaban a finales de los 80, y la visión de ella de McLean en la versión Stereo de la cara A nos hipnotiza desde la introducción con un feedback mezclándose con la característica pulsación instrumental de las canciones de los Kaleidoscope, adentrándonos en un sonido más denso y asfixiante que en la producción original, con una línea de teclado de aires orientalizantes cual aleteo que sopla suavemente respaldando a los estribillos, un solo de guitarra aún más abrasivo y una coda que también mezcla influencias orientales con las exploraciones cósmicas de Syd Barrett finalizando en un caos de estática y vibraciones escapistas.
La cara B nos presenta otra alucinada versión de Faintly Blowing, en glorioso sonido Monoaural y con abundantes oleadas de phasing, sobre todo en la coda, haciendo de esta otra experiencia sónica que complementa y enriquece la escucha del original.
El single en formato vinilo de 8" de edición limitada será publicado el 1 de abril por Fruits de Mer Records para compradores de UK y comercializado por Shiny Beast y otros canales alternativos para los psycheads europeos.
David

martes, 12 de diciembre de 2023

PROCOL HARUM EN 1973: CÉSARES DE LONDRES*

*El texto de esta entrada proviene, corregido y aumentado, de la reseña original del disco publicada en 2010 en este mismo blog.
GRAND HOTEL supuso para los Procol Harum un paso que afianzó su carrera y su trayectoria en los años 70 en un momento que para otras bandas podría suponer un descalabro: el abandono de su genial guitarrista, Robin Trower, e incluso de su breve sustituto, Dave Ball, sobreponiéndose y logrando establecerse como un poderoso grupo en su nueva compañía discográfica (Chrysalis) y el reto de mantener el prestigio -y las ventas- tras un disco tremendamente exitoso, el directo PROCOL HARUM IN CONCERT WITH THE EDMONTON SYMPHONY ORCHESTRA (1972).
Pero los Procol Harum siempre contaron con una dirección honesta, fiel a su estilo y firme de la mano de Gary Brooker, un tipo con un talento excepcional y convencido de poder mantener a los Harum en la élite del rock durante la exigente y al mismo tiempo extravagante década de los 70. Y a fe mía que lo consiguió; para ello, además, contaba con poderosas armas a su disposición: BJ Wilson a la batería, Alan Cartwright al bajo, Chris Copping al órgano, el eterno letrista surreal y extravagante, y alma de la banda, Keith Reid y un nuevo y muy potente guitarrista, Mick Grabham, antiguo miembro de la banda de pop psicodélico Plastic Penny y cuyo estilo se acercaba enormemente al de Trower pero aún más agresivo.
GRAND HOTEL, envuelto en una portada impagable, recupera el estilo más característico de Procol Harum, canciones épicas y dramáticas en su concepto sonoro al recurrir a estructuras y arreglos propios de la música clásica, y alejándose un tanto de su anterior trabajo en estudio, BROKEN BARRICADES (1971) en el que rompían en parte con esa forma de trabajar y que tanto sorprendió a sus seguidores. Así es en el tema que da título al disco, Grand Hotel, canción algo meliflua pero de interesante letra sobre la decadente pero suntuosa vida en un hotel de lujo. Grand Hotel, que ingresó en el repertorio de las favoritas para los fans, se ve mejorada por todos los demás cortes del álbum: la trepidante Toujours l'Amour que por su energía perfectamente podría haber sido incluida en su tercer LP HOME (1970), A Rum Tale, otra melodía inolvidable comparada a Homburg, la irónica TV Caesar y su lujosa orquestación con cascadas descendentes de sonido de órgano, la extravagante y casi totalmente acústica A Souvenir of London, el retorno al drama y la profundidad sonora, como en composiciones anteriores de la talla de Whaling Stories y A Salty Dog, de For Liquorice John, una triste oda a un amigo del grupo que poco antes se había suicidado.
El álbum se cierra con el clacisismo de Fires (Which Burnt Brightly) y la cierta experimentación (claramente es una canción fuera de los cánones habituales del grupo) de Robert's Box, algo similar a Boredom, de su HOME.
Además de todo eso, y sin duda, el disco contiene uno de los grandes temas de los Harum, un favorito de los seguidores del grupo y de la propia banda desde entonces, el agresivo Bringing Home The Bacon, una auténtica gozada que utilizaría la banda para abrir sus conciertos tras la publicación de este GRAND HOTEL.
La cuidada edición en cd de Salvo Records incluye como bonus y para alegría de todos los fans, sendas tomas primigenias, rudas y sin los arreglos posteriores (y con Dave Ball a la guitarra) de Grand Hotel y Bringing Home The Bacon. Un disco entusiasmante e imprescindible para completistas de los Harum y para los interesados en el rock británico de los 70 más allá de la primera, y bastante sobada, línea de figuras del mismo.
David
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viernes, 3 de junio de 2022

PROCOL HARUM EN 1972: VISLUMBRES DEL NIRVANA*

*El texto de esta entrada proviene, corregido y aumentado, de la reseña original del disco publicada en 2013 en este mismo blog.
Curioso género ese de los discos de grupo de rock en concierto con orquesta, tan pretencioso como prescindible salvo muy contados casos, y por supuesto el de Procol Harum con su disco de 1972 grabado en Canadá es de esos casos ya que, qué mejor grupo para un experimento sinfónico que los Harum y sus estructuras de canciones totalmente propicias para arreglos clásicos!
En ese sentido los Procol Harum eran los mejores en lo que hacían, pero cuando también querían demostrar que sabían rockear podían darle sopas con ondas a cualquier melenudo seguidor del demonio armado con una guitarra y una supuesta mala uva. Así que, llegados a 1971, ya era hora de sacar el correspondiente disco en directo del grupo, cosa muy en boga en aquellos años. Y los Harum, que ya de por sí eran unos leones en el escenario como quinteto, decidieron que la épica y la gravedad de su música merecía ser respaldada por un acompañamiento clásico, toda una orquesta con coros incluidos.
Curiosamente el grupo se fue a grabar este experimento a Edmonton, Canadá, y Gary Brooker y los suyos, armados con sus instrumentos, su repertorio y arreglos orquestales escritos por el propio Brooker crearon una obra encomiable, con nuevos fichajes que convertían al grupo de nuevo en un sexteto: el eficiente Dave Ball a la guitarra, un tipo de más que remarcable parecido físico en esos momentos con Roger Waters y que provenía del grupo Big Bertha para sustituir a Robin Trower, y Alan Cartwright al bajo, que liberaba a Chris Copping para que se ocupara solamente del órgano. Junto a Brooker y a ellos, por supuesto los imprescindibles B.J. Wilson a la batería y Keith Reid a las letras e iluminación (espiritual e intelectual). De las nuevas incorporaciones Cartwright fue el que prosperó en los Harum ya que ésta es la única grabación de Dave Ball con el grupo.
Ball, Brooker, Reid, Copping, Cartwright y Wilson
De su increíble colección de canciones (ya llevaban cinco LPs en ese momento) escogieron, sorprendentemente, unas pocas y en algunos casos no de las más reconocibles, pero seguramente Brooker consideró que serían las que mejor empastarían con los arreglos orquestales. Y en la mayoría de los casos es así, como en los casos de su binomio de canciones marineras, A Salty Dog y Whaling Stories así como en su suite progresiva In Held 'Twas I, en la definitiva versión de la misma y mucho mejor que la del LP de estudio donde apareció, SHINE ON BRIGHTLY (1968), quizá gracias al sonido orgánico, lleno de profundidad del disco. La grabación transmite que estamos presentes en el teatro donde se grabó asistiendo a algo muy magno, la orquesta y coros suenan en un segundo aunque poderoso plano, mientras que la batería del ENORME B.J. Wilson se une a esa profundidad con un sonido bastante cavernoso, algo que no sucede con los instrumentos eléctricos. En todo caso, Wilson se luce en Conquistador al igual que Dave Ball a la guitarra que emerge furiosamente aquí y allá emulando a la perfección a su predecesor. Completa el disco original All This And More de su A SALTY DOG (1969).
Los Harum en el teatro
Este LIVE se convirtió en el LP más vendido del grupo en Norteamérica, muy por encima de sus discos anteriores, y eso que tuvieron las narices de obviar del repertorio sus clásicos hits, como A Whiter Shade Of Pale e incluso Homburg, a la que unos arreglos orquestales le hubiesen encajado a la perfección. Tal es el nivel de la grabación y de Procol Harum en este disco que incluso su viejo Conquistador se convirtió en un single muy popular y con muchas ediciones internacionales, acompañada en algunos de ellos por Luskus Delph en la cara B, originalmente del BROKEN BARRICADES (1971), que disfruta de unos arreglos bellísimos protagonizados por trompa y el órgano de Chris Copping, y que seguramente estaba destinada a aparecer en el álbum original, recuperada como bonus en ediciones del LIVE en CD junto a la furibunda Simple Sister, registrada en los ensayos y arreglada muy ligeramente a base de la sección de vientos de la orquesta, y la inmortal y bellísima Shine On Brightly, aunque no está a la altura dramática de su versión en estudio.
Haber estado allí y haber presenciado el concierto debía de haber sido toda una experiencia. Desde los primeros momentos, en los que el grupo toma asiento antes de atacar el primer tema, con chiste incluido, hasta los momentos mágicos de A Salty Dog donde se puede apreciar los efectos especiales que el grupo incorporó a este directo, un sistema de sonido cuadrafónico que distribuía por toda la sala sonidos de gaviotas que parecían volar sobre las cabezas de los 3000 asistente. Todo muy mágico, muy intenso, muy profundo a la par que entretenido. Todo muy propio de Procol Harum
David
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viernes, 20 de mayo de 2022

MANIFESTACIÓN, DE PIGMY: UN VIAJE DE LO ÍNTIMO A LO TRASCENDENTAL EN ONCE MOVIMIENTOS

El convulso año de 2020 fue testigo, entre tanta incertidumbre, de lanzamientos discográficos de muchísimo interés, como los debuts de Moura y Magick Brother & Mystic Sister, o los seis o siete discos anuales habituales de King Gizzard And The Lizard Wizard entre grabaciones en vivo y en estudio. Y también fue el año que Guerssen Records editó el tercer álbum de Pigmy, el que fuera compositor, cantante y guitarrista de Carrots, grupo que nos dejó discos estupendos de psicodelia contemporánea.
MANIFESTACIÓN, el título del LP de Pigmy, sigue el sendero iniciado por MINIATURAS en 2009 de folk y pop psicodélico de espíritu progresivo poseído a su vez por influjos de folk medievalista y renacentista al estilo de recuperadores de la música tradicional y lanzada al pop como Steeleye Span o Amazing Blondel.
Foto extraída del facebook de Pigmy
Con decenas de exquisitos referentes y su saber hacer musical, compositivo y multiinstrumental, Pigmy ha facturado este MANIFESTACIÓN que debería ser considerado referente del folk progresivo contemporáneo; suena actual y accesible para un público fuera del género en sus partes más pop pero se adentra sin rubor en medievalismos y músicas antiguas en intros, outros, y dos piezas clásicas, el verso del himno religioso Ut Queant Laxis que abre el disco y Lachriame Pavan, pieza para laud del siglo XVI, lo que da una coherencia sónica a todo el disco, cierto aire conceptual y sobre todo la sensación vaporosa, etérea, que sobrevuela las canciones, ya presente desde la portada del disco.
Almendros en Flor arranca gentilmente con laud, voz y flauta, a los que se van sumando instrumentos acústicos salvo un bajo eléctrico, adoptando la forma de pavana, y sienta las bases sónicas del resto de composiciones de Pigmy, seguida por Manifestación, que sutilmente continúa esa instrumentación hasta transformarse en una pieza de pop tan encantadora como pegadiza y cierra con una exploración psicodélica a base de sitar. Tanto Manifestación como Mi Canción han disfrutado de excelentes videoclips, muy whimsical en el caso de Mi Canción, composición que aporta secciones totalmente deudoras del progresivo italiano con la introducción del Mellotron, siendo Lo Sagrado en lo Profano la canción más alineada con el citado rock progresivo italiano, sobrevolando el etéreo sonido de los sintetizadores toda la melodía, mientras batería y guitarras se entrelazan mágicamente.
El Hombre Menguante, pequeña pieza de orfebrería pop, da paso a Incienso y Bengala, de nuevo introducida por melodías e instrumentos de otra época que se despliegan delicadamente siendo el lecho de hojas para una letra bellísima a la par que enigmática. Ana continúa la delicadeza sonora y literaria de las dos piezas anteriores sucediéndose flautas, oleadas de sintetizadores y guitarras arropando la letra y la voz de Pigmy.
En Déjame Entrar adivinamos influencias paganas en su letra acompañada de nuevo por una instrumentación sencilla pero perfecta, folk guiado por guitarra, violín, una pequeña percusión, dejando el sendero trazado para el cierre con Septiembre, pop elegante y prístino de espíritu independiente pero que también nos trae retazos de sunshine pop.
Un disco sorprendente y adictivo en su belleza y sus delicadas formas y fondo intrincado, una escucha imprescindible para amantes del folk ácido y del pop y rock progresivo más exquisito.
David
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viernes, 6 de mayo de 2022

PROCOL HARUM EN 1971: FALLO DE ENERGÍA

BROKEN BARRICADES, el disco de 1971 de Procol Harum, nunca me ha parecido muy emocionante, creo que se distancia demasiado del estilo propio del grupo que aunque había crecido en variedad a lo largo de los discos era inmediatamente reconocible incluso en los cortes más ajenos a ese estilo; le falta corazón y cierta "suciedad" en el sonido, cierta dejadez en la producción que era habitual en los discos del grupo pero que venía a insuflar de vida, una textura orgánica a su música, siendo la producción de Chris Thomas prístina, muy pulida. Su corta duración, con ocho canciones y apenas treinta y cinco minutos, deja cierto regusto a proyecto inconcluso, falto de una o dos piezas que remataran la obra. Es sin duda mi disco menos favorito del quinteto inicial de Gary Brooker y los suyos.
Y eso que pese a que tiene su reconocimiento dentro del fandom del rock de los setenta y del progresivo, quizá su portada, troquelada y con fotos de los componentes, lo que no era muy usual hasta el momento salvo las pequeñas fotos en HOME, y el hecho de que sea el último disco con el guitarrista Robin Trower le ha servido para ser bastante popular incluso entre los ajenos al culto Harum, y en su momento les aupó un poco más en ventas respecto a HOME. 
Y es que BROKEN BARRICADES supone otro fin de etapa para el grupo (¡y ya van unos cuantos en cuatro años!) con la marcha de Trower, famosas sus discrepancias en cuanto a sus intereses musicales con el resto del grupo, marcadas por el interés del guitarrista en el blues, el boogiee y el hard rock. El espíritu progresivo y clasicista de Brooker y las letras del omnipresente en este disco Keith Reid no podían ajustarse a esos estilos tan devotos y centrados en el sonido de la guitarra. Aún con esas luchas internas se puede intuir que Brooker y los demás se plegaron a Trower en este disco, muy roquero de principio a fin, quizá en un intento de que no abandonara la nave en plena travesía. Al mismo tiempo simboliza un nuevo arranque ya que lo editó Chrysalis en el Reino Unido tras abandonar Regal Zonophone.
Simple Sister, un pequeño clásico dentro de la discografía de los Harum, abre el disco con una propuesta roquera similar al arranque de HOME con Whisky Train, brillando la guitarra furibunda y de sonido característico de Robin Trower y la parte de batería de B.J. Wilson además de la entregada voz de Gary Brooker, culminando la pieza en un desmelene clasicista con inclusión de cuerdas y metales, dando paso a Broken Barricades que introduce un elemento totalmente nuevo en el canon de Procol Harum, un sintetizador, que sustituye al piano y órgano habituales y le confiere un extraño tono a la canción, ya de por si de relajado tempo. Memorial Drive, composición de Trower, es sencillo y elemental rock, pero falto de alma, al menos del alma propia de los Harum. Es una pieza ya plenamente 70s, e incluso con algo de eco añadido a la voz de Brooker, mientras que Luskus Delph recupera algo de su sonido característico, con su tono pausado, letras impenetrables y la inclusión de arreglos orquestales, pero el sintetizador, de nuevo, y su estructura melódica indica claramente lo que vendría en siguientes discos como GRAND HOTEL, añadiendo cierto refinamiento, sofisticación continental y delicadeza, y donde se aprecia bastante bien la producción limpia y aséptica de Chris Thomas
Power Failure abre la cara dos con energía, un buen ejemplo de canción rock progresiva muy setentera con exhibición de B.J. Wilson a la percusión, absolutamente protagonista del corte. Song For A Dreamer, compuesta y cantada por Trower, es famosa por ser un tributo a Jimi Hendrix, pero aparte de ser un pastiche del estilo del guitarrista norteamericano que demuestra el talento de Trower, y algún detalle como la voz con phasing, no deja de ser un curioso experimento.
Playmate Of The Mouth es chulesco funk rock con desvaídos metales y guitarra exploradora, al estilo de una de las bandas con las que surgían destellos de parentescos musicales a lo largo de los últimos años, The Band, y el corto LP cierra con Poor Mohammed, composición de aires norteamericanos de Trower con la que se despide del grupo, con su guitarra como indiscutible protagonista.
BROKEN BARRICADES no fue, curiosamente, el único disco editado en 1971, ya que A&M lanzó para Estados Unidos PROCOL HARUM LIVES..., un artefacto promocional con una entrevista en la cara uno y viejos temas en la dos, pero en cuanto a la nueva música del grupo BROKEN BARRICADES supuso un disco bastante roquero para los estándares de Procol Harum y con momentos de brillantez y de sorpresa como el uso de sintetizadores, pero falto de espíritu y en bastantes ocasiones, de diversión dentro del drama característico en su repertorio y de lo que -personalmente- puedo esperar de un disco del grupo. A Trower le encontraron sustituto en Dave Ball, iniciando una corta pero interesantísima etapa que veremos en el siguiente capítulo.
David
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jueves, 28 de abril de 2022

EL RETORNO DE LOS CIENTÍFICOS PSICODÉLICOS! EL NUEVO LP DE THE CHEMISTRY SET, PINK FELT TRIP!

David McLean y Paul Lake siguen inasequibles al desaliento y engrosan su nutridísima discografía con un nuevo LP que será publicado el 5 de Junio bajo el título de PINK FELT TRIP por Fruits de Mer Records... y vaya disco, posiblemente uno de los mejores de su larga carrera y es que recopila lo mejorcito de los singles editados durante los últimos años por el grupo junto a nuevas composiciones!
Nueve son los cortes empapados en ácido que escupirán los altavoces a partir de Junio comenzando por Pink Felt Trip, garage psicodélico de intensidad punk y textura sucia y agresiva con una letra plagada de referencias Pop, y con una coda pastiche de doo woop a lo Zappa y sus Mothers, para lanzarse a continuación con la única versión del disco, The Witch, que ya habían incluido en la cara B de su single de 2021 y original de Mark Fry de 1972, folk psicodélico propulsado por Mellotron, sitar y guitarras acústicas sometida a un amalgama por el dúo de Científicos Psicodélicos con los cantos gregorianos del mismísimo Every Christian Lion-Hearted Soldier de los Bee Gees!
Lovely Cuppa Tea, lanzada previamente en un single en 2017, es prodigioso pop de ritmo saltarín con ramalazos freakbeat y mucho pepperismo, aderezado por vientos y phasing en la batería. Firefly, también de un single previo de 2018, es excelente hard psych bañado en orientalismo ácido y eléctrico que nos recuerdan a los Blossom Toes más duros o a los Fallen Angels. Cierra la cara uno Psychotronic Man, con aires acústicos de música del Oriente Próximo y letra y ambientación etérea, cósmica, como sacado de un disco de los Kaleidoscope americanos, hasta que la pieza despega hasta la estratosfera para acabar regresando a las texturas acústicas.
La cara dos abre de forma inmejorable con el rock neopsicodélico de Paint Me A Dream, canción del single editado por Hypnotic Bridge que desde la intro nos asalta una guitarra con reverb, y la pieza se construye a base de un muro de guitarras combinadas con voces de tendencia ascendente en la mejor tradición psych, un ritmo sincopado ácido y una coda orientalizante y psicodelizante cuyos lalalas arrebatan la razón! Sail Away, de aires de rock sureño, nos sumerge en una hipnótica navegación por el desierto mientras que The Rubicon despliega freakbeat y hard rock 70's con guitarras levitativas en el solo y, como dije en la reseña del single, guitarra punzante, poderosa sección rítmica y órgano psicodelizado son sinónimos de clase y clasicismo aquí enarbolados por los Set.
Cierra el disco una ambiciosa suite, la trilogía Self Expression Trinity compuesta por tres movimientos, el primero de ellos un tributo al artista surrealista de Lanzarote César Manrique, rock progresivo con abundante uso de cuerdas, percusiones y Mellotron a lo Moody Blues e incluso a lo King Crimson, siendo Once Upon A Time y Liberation las otras dos partes, pop psicodélico algo oscuro y muy guitarra llegando instrumentalmente a atravesar por momentos terrenos próximos al Tommy de los Who.
El artefacto sónico se presenta en una magnífica carpeta con un diseño de Robin Gnista que parece sacado directamente de 1968, y su contenido es una magnífica oportunidad para recuperar y compilar esos singles magníficos, y para hacérselos llegar a los que no les echaron el guante en su momento, además del aliciente de los nuevos temas que abren y cierran el LP! Para conseguir PINK FELT TRIP sólo hay que pinchar en los siguientes enlaces:
David

miércoles, 20 de abril de 2022

PROCOL HARUM EN 1970: TODAVÍA HABRÁ MÁS

El paso de 1969 a 1970 para Procol Harum estuvo marcado por inestabilidad y cierta incertidumbre tras la salida del grupo de Matthew Fisher, cuyo peso en el mismo era cada vez mayor, y del bajista David Knights, pero salieron reforzados con una jugada inteligentísima: Chris Copping se unió al grupo y se encargaría del bajo y el órgano. Y no sólo se trataba de un solidísimo músico, sino que con Copping se completaba la formación del grupo previo a los Harum, The Paramounts, aces del R&B británico conformados por Brooker, Trower, Copping y Wilson. Pero este cambio de formación también significó que el peso de la tarea compositiva volvía a caer casi exclusivamente en manos de Brooker y Reid, tras la diversificación en ese aspecto que supuso A SALTY DOG, y ciertamente creo que para los fans de Procol Harum fue una magnífica noticia.
Copping, Brooker, Trower, Reid y Wilson
De esta forma entraron al estudio en enero de 1970, tras unas sesiones previas poco satisfactorias en 1969 aún con Fisher, y con el directo, limpio y refrescante sonido aportado por el productor Chris Thomas confeccionaron el monumental HOME, un disco mucho más sólido que su anterior LP y sobre el que sobrevuela una cierta unidad argumental sobre la muerte. 
HOME es una muestra perfecta del sonido Harum, salvo precisamente en la canción que abre el disco, el rock impetuoso de Whisky Train, una de las dos únicas aportaciones a la composición de Robin Trower junto a la envolvente About To Die, canción que tanto en letra como en sonido recuerda a The Band, con una guitarra y una combinación de órgano-piano sobresaliente. Ambas canciones conformaron el primer single extraído del álbum.
La absolutamente dramática The Dead's Man Dream se ajusta al canon Harum casi más que alguna de las composiciones previas con Matthew Fisher, con un órgano tocado por Copping protagonista, una intensidad creciente y espíritu progresivo, con Still There'll Be More como contrapunto más vital y brillante a la precedente en lo musical pero más retorcido y oscuro en la letra, un fantástico rock con gran solo de Trower. Nothing That I Didn't Know recoge ciertas influencias folk, no muy habituales en el sonido Harum, con un destacado Hammond de nuevo, y letra que ahonda en el drama de la muerte de una joven continuando ese ciclo de diversos puntos de vista sobre el tema mortuorio.
Barnyard Story abre la cara dos con una criptísima letra de Keith Reid cantada con una entrega portentosa por parte de Gary Brooker, qué gran solista era, pleno de recursos y emoción. Piggy Pig Pig y su ritmo moderado pero con remarcables cambios melódicos e intensidad sonora aportada sobre todo por la guitarra es un lección de rock progresivo en menos de cinco minutos, mientras que Whaling Stories es la suite del disco, la pieza más larga, de siete minutos de duración que por su título podría hacernos pensar que se trata de un retorno a la temática marinera de A SALTY DOG pero nada más lejos de la realidad, parece una crónica creciente en intensidad musical y lírica del día del apocalipsis! 
Cierra HOME la encantadora Your Own Choice, oda de apesadumbrado nihilismo ante la inevitable muerte, sencilla y directa en lo musical, anticipando el rock de los 70 y parte de la música que lanzará el grupo en esa década.
Como contrapunto al cierto aire sombrío del disco la portada muestra una adaptación del juego Serpientes y escaleras con la participación de los miembros del grupo, una nota alegre pero que al tiempo transmite cierta trascendencia por las implicaciones moralizantes del juego.
1970 supuso de esta manera un gran año para Procol Harum, con un disco estupendo, bien recibido y con saludables ventas, y con su presencia en un festival tan importante como el de la Isla de Wight al que acudieron con el empuje y frescura de la nueva formación y con un set de canciones demoledor!
David
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viernes, 8 de abril de 2022

PROCOL HARUM EN 1969: TODO ÉSTO Y MÁS

El año 1969 sería tumultuoso para Procol Harum: conseguirían su mayor éxito hasta el momento en Gran Bretaña en cuanto a elepés pero A SALTY DOG sería el último con la formación más estable del grupo hasta el momento y para cuando llegase el final del año su alineación sería bastante distinta, e iría señalando el camino para la salida de Robin Trower del grupo cuyas diferencias musicales con el núcleo de Gary Brooker, Keith Reid y B.J. Wilson se irían agudizando. Y quizá no tan musicales, ya que debido a asuntos personales del guitarrista Procol Harum no pudo participar en el festival de Woodstock, lo que hubiese dado a los Harum un reconocimiento global y perdurable por décadas, no necesario para los degustadores de su música pero sí para el público en general.
Personalmente, durante bastante tiempo A SALTY DOG era el disco que menos escuchaba del clásico cuarteto inicial del grupo, y es que el arranque con un ritmo tan pausado y esa orquestación y la colección de canciones me parecían menos atractivos que los discos precedentes, pero entendedme, era un joven ávido de sensaciones rápidas, guitarras y energía, y con la edad he llegado a apreciar la belleza del LP en su justa, y merecida, medida.
A Salty Dog, la canción, ya pone sobre la mesa la temática náutica que sobrevuela buena parte de las canciones, y ese ambiente entre melancólico y misterioso del mar y sus navegantes cala mejor en audiencias más maduras; además, soy isleño, aunque del sur, y no puedo imaginar nada más bucólico que la vida en un pequeño pueblo marinero de Escocia o Irlanda. La entregada voz de Brooker, el piano y la orquestación sólo pueden elevar la pieza a cotas de belleza que dejan en evidencia a grupos con similares posicionamientos como los Moody Blues. Había nacido una de esas canciones icónicas de la década lanzada como single con Lone Gone Geek como cara B y no incluida en el LP, un blues rock con mucho groove.
The Milk of Human Kindness está guiada por la guitarra y el piano de saloon de Brooker, con la letra de Reid aludiendo a Macbeth en el título en una pieza musicalmente más cercana a sonidos norteamericanos como los de The Band, mientras que  Too Much Between Us es una intimista y delicada composición que me recuerda a los inicios folk de Gerry Rafferty, y es una de las cinco canciones sin voz principal de Gary Brooker, cosa que le resta cierta cohesión y calidad al disco en ese aspecto; la voz de Brooker era algo demasiado bueno para dejarlo fuera.
Matthew Fisher cantaba en Too Much Between Us y produjo el disco, siendo quizá la mejor producción hasta el momento para el grupo en canciones como ésta y A Salty Dog, aunque suene algo apagada The Devil Came From Kansas aunque eleva la intensidad sonora del LP aunque no la velocidad, y es que el tempo no terminaba de arrancar hasta ese momento y da paso a Boredom para cerrar la cara 1, sencillamente una de mis canciones favoritas de Procol Harum de las que se salen de su canon más establecido y con la que me contradigo lo expuesto un poco más arriba, y es que tiene como vocalista a Fisher. Instrumentación casi acústica, bongos, campanillas y marimba que le dan cierto aire antillano, sencilla pero encantadora, y cuando entra el piano y coros en el estribillo y luego la guitarra, surge la magia.
Aparte de mayor variedad en cuanto a los contribuyentes a las voces principales este LP también se caracteriza por mayor variedad en cuanto a compositores, con Robin Trower aportando dos piezas junto al letrista Keith Reid, siendo la primera el blues desnudo de Juicy John Pink y Crucifiction Lane la segunda en la que también canta, con ciertas reminiscencias a los Beatles de finales de la década, y de la que perfectamente John Lennon pudo haber tomado "prestada" la melodía para su God! 
Matthew Fisher, por su parte, aporta Wreck of The Hesperus, epicidad naval con acompañamiento orquestal de lujo aunque la producción quede un poco apagada, así como la voz del propio Fisher, carente de la personalidad de la de Brooker, y el solemne himno que cierra el disco, Pilgrim's Progress, auténtico sonido Harum, y una especie de puesta al día de Repent Walpurgis del primer disco pero con letra. Antes, tenemos la única aportación del clásico dúo Brooker/Reid de esta cara del disco,  All This And More, magnífico rock progresivo de intensidad creciente en los estribillos y delicada coda de altísimo nivel musical.
Pese a la buena acogida al disco y sus giras continuas A SALTY DOG marca el fin de una etapa para Procol Harum, ya que tras su publicación abandonaron el bajista David Knights y el propio Matthew Fisher, responsable de una parte importantísima del sonido del grupo con su Hammond. ¿Qué depararía 1970 al grupo, un declive o un renacer a partir de estos momentos turbulentos? ¡Lo veremos en la cuarta entrega dedicada a Procol Harum!
David
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